COMUNIDADES VIRTUALES ¿REALIDAD O FICCIÓN? Por Beatriz Miranda Menacho

Tras la lectura del artículo Los pilares de la educación del futuro de Juan Carlos Tedesco, me surgió la reflexión sobre el cambio que estaba experimentando la sociedad, en cuando a modos de comunicación entre los individuos que la componen. Es evidente, que hemos avanzado muchísimo en este sentido, gracias a los avances tecnológicos de los últimos tiempos, pero también esta rápida evolución ha provocado una mayor exclusión social, dado que las personas que no se adaptan a estos continuos cambios, se ven de alguna forma apartadas de la realidad actualizada.
A partir de esta reflexión, me gustaría tratar la existencia de las populares comunidades virtuales, definidas por Guéhneno como «comunidades de elección, […] más homogéneas pero también más cerradas. […] carentes de base y de un espacio común». Con esta explicación, se quiere hacer referencia a esos grupos de personas que mantienen un contacto por Internet, a través de plataformas digitales que persiguen una finalidad, ya sea social, económica, política, educativa, etc., y donde se produce esa comunicación entre personas, sin necesidad de estar cerca, espacialmente hablando.
Guéhneno no considera a los usuarios que intervienen a través de la Red como «ciudadanos», sino que simplemente son «visitantes de sitios de Internet». Este nuevo espacio de participación social, provoca que se empiece a cuestionar el concepto de «ciudadano». Por otro lado, Tedesco señala que «la globalización rompe los compromisos locales y las formas habituales de solidaridad y de cohesión con nuestros semejantes», por tanto, se empiezan a encontrar inconvenientes de estos contactos virtuales, que afecta a la tradicional comunidad territorial.
Todo esto también se refleja en la educación, pues diariamente podemos contemplar como los nuevos adolescentes, aun estando en el instituto, sienten la necesidad de estar conectados a la Red en todo momento y, pese a estar rodeados de amigos, siguen prestando más atención a aquellos contactos virtuales. Además, tras recibir las explicaciones de los profesores, a veces, confían más en lo que leen por internet, lo que está convirtiéndose en un desglose de la información, que puede o no enriquecerles, en función del uso que hagan de ella, y de la educación virtual que se les ofrezca a estos nuevos usuarios.


Dada la presencia real de las comunidades virtuales y la imponente fuerza que están adquiriendo en la vida diaria de los adolescentes de los últimos tiempos, propongo tomarla como compañera de trabajo y no como enemiga, porque si educamos en su adecuado y beneficioso uso educativo, podrían convertirse en grandes aliados sociales, tanto en lo referido a la comunicación social como en los ámbitos educativos. 
                                                  
                                                                                                      Por Beatriz Miranda Menacho

Comentarios

  1. Interesante artículo Bea, y genial como siempre. El tema de las comunidades virtuales es muy actual y estoy de acuerdo que tenemos que verlos como nuestros aliados y sacarles provecho educativo. También es interesante cuando hablas de que a veces, los alumnos se fían más de lo que dice Internet que de sus propios docentes. Pero, ¿no lo hacemos todos? Yo caigo mucho en la trampa de mirar paginas de salud etc. cuando estoy enferma... En fin. Tenemos la gran responsabilidad de incorporar las TICs y enseñar al alumnado un buen uso de ellas. ¡Gracias por tu artículo me da mucho por pensar!

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